- La World Wide Web (www) posibilita la comunicación entre sus habitantes 24 horas al día, siete días a la semana, 365 días al año y les permite comprar lo que quieran desde sus ordenadores.
Nueva York siempre será recordada en la inmortal voz de Frank
Sinatra como la ciudad que nunca duerme. La imagen de esta metrópoli de luces siempre encendidas puede
equipararse con el frenesí característico de Internet, ese otro mundo que no
duerme, que no entiende de calendarios ni de cierres, que no apaga sus luces
nunca.
El sistema de transporte de la capital del mundo, el metro,
permanece siempre abierto y permite que
la gente pueda salir a comprar lo que quiera a cualquier hora del día o de la
noche, pues hay una gran cantidad de almacenes con sus puertas siempre
abiertas.
También la World Wide Web (www) posibilita la comunicación entre
sus habitantes 24 horas al día, siete días a la semana, 365 días al año y les
permite comprar lo que quieran desde sus
ordenadores, pues en la Red no hay un número limitado de grandes tiendas
abiertas 24 horas, absolutamente todas los establecimientos están
abiertas todo el tiempo: en Navidad, el día Mundial del Trabajo y los domingos
a la media noche.
Algunas de las ventajas de las tiendas virtuales es que no
necesitan estantes, grandes superficies ni empleados que atiendan a los
visitantes. La gente puede comprar libros, discos, tiquetes aéreos y licuadoras
en su tienda favorita por Internet, aún en medio de un tremendo aguacero o
durante paros estatales que impiden el normal tránsito por la ciudad. Pero la
más grande ventaja es que las tiendas por Internet realmente no cierran nunca.
Nuevos modelos mentales
El comercio virtual a
través de la Red también ha significado un cambio profundo en los hábitos de
compra, en los modelos mentales del consumidor y en los planes de quienes
quieren vender a través de Internet.
De acuerdo con Zero Moment of Truth (ZMOT, una reciente
publicación de Google cuyo nombre en español es Momento Cero de la Verdad)
los compradores ahora no toman sus decisiones de compra frente a las góndolas
de los almacenes, sino a través de la investigación y comparación desde
Internet.
Este Momento Cero de la Verdad, es decir, el momento en el
que un comprador toma la decisión de comprar para ordenarlo a través de
Internet, o en su defecto acudir a la tienda a cerrar su transacción, puede
tener lugar mientras llevamos a nuestro hijo al colegio, en medio de un ¨trancón¨ consultamos desde el móvil la ropa
para vacaciones; cuando esperamos a que nos traigan la comida a la mesa
consultamos desde el computador personal las opciones para adquirir un nuevo
teléfono inteligente o tableta; mientras evaluamos desde un café Internet
los mejores hoteles para alojarnos durante nuestro próximo viaje a
Europa.
El cambio de modelo mental implicado en el e-commerce se
simplifica al decir que para comprar ya no es necesario ir hasta las tiendas
físicas, y que por ello cada vez más
usuarios deciden qué comprar y lo compran desde Internet, pues allí los
almacenes siempre están abiertos.
Siempre abierto
¿Qué pasaría si sales de compra en la noche a Nueva York porque te
han dicho que sus tiendas están abiertas, pero sorpresivamente encuentras las
luces y los anuncios apagados? Tal vez pensarías que todos se han ido y
decidirías no comprar.
¿Qué pasaría si al buscar en Internet sobre los tenis que quieres
para correr tu próxima maratón no encuentras a los anunciantes capaces de
vendértelos? Sería lo mismo que ir a la tienda física y encontrarla cerrada, o
aún más, no poder encontrar su dirección.
Resultados
como que 8 de cada 10 encontraron lo que finalmente compraron al navegar por la
Red o que el 59% utilizó los buscadores para hacer un primer contacto con los
productos, indica que es necesario que los anunciantes estén en Internet 24
horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año, pues esa es la principal
ventaja de las tiendas virtuales sobre las físicas: estar siempre abiertas,
tener la capacidad de responder efectivamente siempre a las demandas de sus
compradores.
En
la Red, esa ciudad que nunca duerme del nuevo milenio, es necesario que
los anunciantes mantengan siempre encendidas las luces y anuncios de sus
tiendas, pues los insomnes, las personas atrapadas en congestiones de tráfico,
quienes viajan en avión, en tren o en bus, y en resumen, cualquiera que tenga
acceso a un dispositivo conectado a Internet puede acudir a comprar en
cualquier momento.
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